Muchas personas piensan equivocadamente que los varones adolescentes no son propensos a los trastornos alimentarios porque sus síntomas son distintos a los de las mujeres, pero especialistas advierten que a ellos les importan más los músculos que la delgadez imposible.
Lo que muchos padres y pediatras consideran síntomas de los trastornos alimentarios adolescentes, como la restricción de calorías y las purgas, son, en realidad, propios de la enfermedad femenina, según publica en Lancet Child & Adolescent Health el equipo del doctor Jason Nagata, de la Universidad de California, San Francisco.
La pesquisa de los trastornos alimentarios en los adolescentes de ambos sexos está orientada a esos síntomas, que son más típicos en las jóvenes, según agregan los autores.
Entonces, los pediatras y los padres no advertirían los trastornos alimentarios en los varones, que suelen exagerar el consumo de proteína, limitar firmemente el consumo de carbohidratos y grasas, y oscilar entre períodos de exceso de consumo y reducción de calorías para formar la musculatura.
Los varones con trastornos alimentarios también usan suplementos o esteroides y hacen ejercicio de manera compulsiva.
"El ejercicio es un elemento subrreconocido de los trastornos alimentarios", dijo Nagata. "Los adolescentes que ejercitan en exceso pueden tener deficiencia energética y malnutrición si no comen más para compensar la demanda de energía.
Pero los varones también pueden adoptar lo que se conoce como biohacking, que consiste en tratar de optimizar la fisiología de la formación muscular con conductas como el ayuno intermitente, las dietas de eliminación, los suplementos y el uso cíclico de esteroides, de acuerdo con los autores.
Muchos suplementos que usan los varones no están regulados e incluyen distintos ingredientes que no están claramente incluidos en el etiquetado o no están aprobados para el consumo humano.
La dificultad diagnóstica y terapéutica en los varones es, en parte, por la escasa investigación de estos trastornos en los niños y los hombres, según dijo la doctora Trine Tetlie Eik-Nes, de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología, Trondheim.
"Básicamente, no estamos haciendo las preguntas adecuadas para los varones", indicó Eik-Nes, que no participó del comentario.