Niveles elevados en sangre del biomarcador de hígado graso llamado ácido valérico dimetilguanidino (DMGV) permitirían identificar a las personas que no se beneficiarán con el entrenamiento físico de resistencia, según afirma un equipo de Estados Unidos.
"Nos interesó estudiar el DMGV luego de un estudio previo con el que demostramos que esa molécula era un marcador de grasa hepática y que los niveles circulantes estaban asociados con la aparición de la diabetes mellitus unos 12 años antes", dijo el doctor Robert Gerszten, del Centro Médico Diaconisa Beth Israel, Boston.
"Nos fascinó especialmente que las personas con una cirugía para adelgazar tuvieran una reducción de los valores de DMGV y estudiamos si una intervención más accesible, como el ejercicio, modularía sus valores", agregó.
"Los niveles de DMGV en sangre estuvieron asociados con niveles de colesterol desfavorables, valores más altos de grasa visceral y alteración de la regulación de la insulina y la glucosa en un grupo con peso normal y sin problemas cardiovasculares".
Esto, para el autor, "respalda la idea de que las personas responden distinto al ejercicio".
Su equipo analizó muestras de plasma obtenidas antes y después del ejercicio de los participantes del Estudio Familiar sobre Salud, Factores de Riesgo, Entrenamiento Físico y Genética (HERITAGE, por su nombre en inglés), un estudio multicéntrico sobre el ejercicio de resistencia durante 20 semanas entre 1993 y 1997.
Los participantes eran caucásicos, tenían, en promedio, 36 años, el 52% era mujer y un IMC de 25, según publican los autores en JAMA Cardiology.
Tras considerar la edad y el sexo, los niveles basales de DMGV estuvieron positivamente asociados con el porcentaje de grasa corporal, grasa visceral abdominal, valores muy bajos del colesterol LDL o "malo" y triglicéridos.
En cambio, esos niveles estuvieron inversamente asociados con la sensibilidad a la insulina, el colesterol LDL, el tamaño de las lipoproteínas de alta densidad y el colesterol HDL o "bueno".
Para los autores, el DMGV "es un marcador temprano de disfunción cardiometabólica asociado con mejorías atenuadas de los problemas lipídicos y la sensibilidad a la insulina después del ejercicio" y debería usarse para identificar a los individuos con una respuesta más baja a los beneficios del entrenamiento de resistencia.
Ante las preguntas que surgen de este estudio sobre el papel de esta molécula en el metabolismo del colesterol y la grasa, Gerszten anticipó que en su laboratorio están estudiándolo en células y modelos animales.
El doctor Sean Heffron, cardiólogo y profesor asistente de medicina del Centro Médico Langone de NYU, en esta ciudad, comentó: "Una meta muy importante es poder identificar a las personas que pueden desarrollar enfermedad cardiometabólica lo más temprano posible. Pero habrá que validar en más personas si el DMGV es adecuado para eso".